A partir del día 1 de mayo se liberan 1.753 plazas de residencias de ancianos en toda Cataluña que se mantenían vacías para que los centros pudieran hacer aislamientos ante casos probables o confirmados de COVID-19.

Estas plazas se podrán destinar a realizar nuevos ingresos de personas que se encuentran en lista para acceder a una plaza pública.

Ahora que la incidencia de la COVID-19 ha disminuido de manera drástica y generalizada en los centros residenciales gracias a la vacunación, a todo el trabajo previo que se ha realizado (protocolos, planes de contingencia, formación a los trabajadores) y al compromiso de los y las profesionales, se ha decidido reducir esta reserva de plazas vacías para hacer aislamientos a 1.263.

Tal como dice la resolución, en caso de que sea necesario para la evolución de la pandemia, este número de plazas libres de empleo se podrá ampliar o actualizar.

Reducir la lista para acceder a una plaza residencial

La reducción de la lista para acceder a una plaza residencial pública es una prioridad. Durante los primeros meses de la pandemia no se permitieron nuevos ingresos para proteger la salud y la vida de las personas residentes, pero a partir del verano estos se reanudaron. De junio de 2020 a marzo de 2021 se han producido 13.040 ingresos en plazas con financiación pública.

La lista para acceder a una plaza pública en una residencia de ancianos en 1 de marzo es de 17.543 personas. Estas personas no están desatendidas, ya que pueden disponer de otras prestaciones derivadas de la ley de dependencia o del sistema público de servicios sociales.