Se pone en marcha el Programa de bienestar emocional y salud comunitaria a través de los equipos de atención primaria que tiene como objetivos:

• Incrementar y mejorar la promoción y prevención del bienestar emocional en la comunidad.
• Mejorar el conocimiento y la intervención precoz sobre los factores psicosociales de la comunidad.
• Reducir la medicalización de temas relacionados con el malestar emocional.

El Programa contempla la contratación de nuevos profesionales

Se incorporan 45 profesionales como referentes de bienestar emocional comunitario en aquellos equipos de atención primaria (EAP) que ya atienden grupos de población con más necesidades socioeconómicas, jóvenes, ancianos y personas que viven solas. Se pretende llegar a un total de 150 profesionales a finales de año.

• Trabajarán conjuntamente con los profesionales de enfermería, medicina y trabajo social.
• Harán tareas de promoción y prevención de la salud emocional
• Se centrarán en detectar factores de riesgo psicosociales o de situaciones de riesgo elevado que puedan llevar a un sufrimiento mental entre aquellos colectivos de la población que más lo necesiten.

Su incorporación permitirá minimizar o evitar la aparición de problemas de salud mental o adicciones gracias a la detección precoz de factores psicosociales de la comunidad.

El Departamento de Salud también ha presentado acciones para atender la salud mental de los niños y jóvenes.

• 10 equipos de atención intensiva en salud mental que se ponen en funcionamiento para la atención domiciliaria de aquellos casos con más complejidad. Esta actuación va dirigida a adolescentes y jóvenes con trastornos de salud mental y adicciones con conducta disruptiva e impacto social.
• 52 nuevos equipos interdisciplinarios que harán intervenciones de crisis a domicilio, en todo el territorio, con una atención intensiva de dos a tres veces por semana y de tres a cuatro meses. Esta atención va dirigida a jóvenes en situación de crisis psicopatológica que no están vinculados o no están totalmente atendidos los dispositivos convencionales. Van dirigidos principal a psicopatologías emergentes: intentos de autolisis, trastornos de conducta alimentaria de debut precoz, trastornos mentales graves en aislamiento domiciliario, entre otros.